La imagen sólo empeora desde hace dos meses: los autos van y vuelven y sistemáticamente cometen la misma infracción: doblan, sin cesar, en “U”. Y es increíble porque al parecer no hay miedo a nada: son las 10.30 del viernes cuando un camión de gran acoplado inicia la maniobra, sin ningún tipo de arrepentimiento. Al girar, se observa como su acoplado se mueve ligeramente. Podría haber sido una tragedia, pero no lo fue. Y por lo inesperado del tránsito, podría haber habido muchos accidentes en los últimos meses -dicen los vecinos-, pero por el momento “ha habido suerte”. Más o menos, porque los daños en la platabanda dan cuenta de que más de un vehículo ya ha tenido dificultades al doblar incorrectamente.

Estamos hablando de una postal que se repite en la interesección de avenida Belgrano y Esteban Echeverría. Volvamos un poco en el tiempo: todo se remonta al inicio de las obras para quitar la rotonda del cruce de Camino del Perú con avenidas Belgrano/Presidente Perón; cuando empezaron los trabajos, en octubre, comenzó el problema. Una vez que se cortó la circulación en sentido norte-sur, el municipio de la capital organizó varios recorridos para facilitar el movimiento; pero esos caminos alternos no son utilizados por todos los vehículos. Más de uno que viene desde Yerba Buena y quiere ir por Camino del Perú hacia San José, toma un atajo: al doblar por Belgrano, llega al primer semáforo (en esa avenida y Echeverría) y gira en “U” para retornar por la misma Belgrano hacia Camino del Perú.

Avanzó un 33% la obra de la ex rotonda

Se nota que las cosas han cambiado y para peor. Al principio de las obras los vehículos eran más rigurosos y, a decir verdad, se notaba un poquito menos la frecuencia de la infracción. Pero con el pasar de las semanas la situación escaló y ahora la mayoría de los rodados realiza la maniobra. Según registraron las cámaras de LA GACETA, por minuto se realizaron alrededor de tres infracciones, lo que se traduce en cerca de 50 en sólo 15 minutos. “Mirá como giran... a la gente no le interesa cumplir las normas; no les cuesta nada irse un poco más lejos (en rigor, son solo unas pocas cuadras) y doblar. Giran acá en ‘U’ sin problema, y a toda hora. Siempre pasó, pero con la rotonda aumentó”, cuenta Martín Brizuela, que trabaja en el servicio vigilancia del barrio Padilla, frente al semáforo. Al consultarle por la situación actual, el es categórico. “Me he cansado de ver autos haciendo eso. Pero a los vehículos no les importa nada”, reflexiona.

Hecho conocido

Lo que pasa -admite Martín y confirman otros vecinos- es que falta control. “Es un peligro. Todo el día hacen la maniobra, y a veces vienen camiones cargados que dan la vuelta y retornan, pero no tienen como ver atrás... podrían agarrar una moto o una bici, que a veces no respetan y cruzan en rojo”, advierte Rosa Carabajal, que trabaja en una verdulería a pocos metros de ese cruce y advierte: “al principio venían los inspectores a controlar, pero hace tiempo que no se los ve”. Esa ausencia es confirmada por Martín, que todos los días ve el movimiento en la zona.

Cuando empezaron las obras había, desde la mañana y hasta la tarde, inspectores de Tránsito de la Municipalidad capitalina observando y labrando actas de infracción. “El problema es que si no están los inspectores, los autos doblan en ‘U’”, resume a LA GACETA Enrique Romero, a cargo de esa dependencia municipal. Ayer, en el horario que LA GACETA se acercó a la avenida (pasadas las 10) no había nadie controlando. Según explica el funcionario, se debió a que en la madrugada hubo operativos de alcoholemia que requieren mucho personal; además, por las vacaciones, la oficina está trabajando con un 50% del personal.

¿Omnipotencia?

Al ser consultado sobre si la situación se había modificado en estos meses, Romero es tajante: “no hay cambios y es por la intransigencia de la gente. Ni siquiera quieren tomar una calle más para atravesar la avenida correctamente -detalla-; omnipotencia e impunidad, ese es el cóctel más peligroso que tenemos en la provincia”. Ante la presencia de nuestras cámaras, algún que otro vehículo se mostró molesto y advirtió que “si doblar en ‘U’ es ilegal, hace falta un cartel que lo avise”. Romero responde que “no hace falta decirlo, es muy obvio. Es una norma... Felizmente ya falta poco para que termine la obra; pero no hace falta un cartel, doblar en ‘U’ es tan ilegal como pasar un semáforo en rojo”, afirma.

Una vez más -considera- lo que hace falta es educación vial. “El Gobierno provincial debería incluirla en la currícula de enseñanza desde el preescolar. Así, cuando un chico salga de la secundaria, ya tendríamos una primera generación medianamente educada a nivel vial”, reflexiona y advierte que, con la finalización de las obras, esta situación en esa esquina debería terminar. Además, la fluidez en el tránsito mejorará un 45%, según los cálculos oficiales.